Os muestro las reflexiones que he considerado más importantes sobre el siguiente artículo: "Música para niños con Necesidades Educativas Especiales" (también puedes acceder al artículo completo).
Hoy en día hablamos de necesidad educativa especial (n.e.e.) cuando un niño tiene una dificultad para aprender significativamente mayor que los demás niños de su misma edad o si sufre una incapacidad que le impide o dificulta el uso de las instalaciones educativas que generalmente tienen a su disposición los compañeros de su misma edad. Decir que un alumno presenta n.e.e. es una forma de decir que para el logro de los fines de la educación precisa disponer de determinadas ayudas pedagógicas o servicios. De esta manera, una necesidad educativa se describe en término de aquello que es esencial para la consecución de los objetivos de la educación.
La música enriquece la vida de todas las personas, ayuda a todo ser humano, por eso es necesario que rodee al niño con n.e.e. un ambiente musical rico y controlado en estímulos, puesto que esta experiencia sensorial es lo que le va a proporcionar un desarrollo emocional, psicofisiológico y social equilibrado.
La música se puede emplear de diferentes maneras: activa (el niño juega, canta, manipula instrumentos u otros objetos...), receptiva (al escuchar) y receptivo-activa interdisciplinar: (como apoyo a otras actividades: dibujo, expresión corporal, modelado...)
Uno de los principales problemas de los niños con n.e.e. es el de la comunicación, les resulta difícil expresarse, relacionarse... Esto puede ser debido a su carencia de vocabulario, su uso limitado de palabras... La música, es una vía de comunicación no verbal, conlleva la expresión de emociones y de acciones que no precisan de una organización lingüística ni de explicaciones; por medio de la música el niño con n.e.e. encuentra el camino de relación y expresión de sus sentimientos.
En cierta ocasión estuvimos trabajando con un niño del primer ciclo de primaria que presentaba bajo nivel de atención, dificultad para relacionarse con sus compañeros y sus profesores, diversos trastornos de conducta social (timidez, infantilismo e indisciplina individual)... Nosotros intentábamos buscar un centro de interés para él y a partir de ahí construir un aprendizaje significativo. Descubrimos que les encantaba las canciones de las películas de Disney, todas las conocía, y a través de ellas pudimos adentrarnos en su "mundo".
Partiendo de las canciones trabajamos otras áreas de conocimiento: lengua (uso correcto del lenguaje oral al contar las películas...), matemáticas (contar las personajes que en ellas aparecen y la función que desempeñaba cada uno...), educación artística (dibujar los personajes que cantan las canciones...). La música nos ayudó a que desarrollara sus capacidades, se integrara en la clase (al cantarle a sus compañeros las canciones, contarles las películas que había visto...)
Con frecuencia, el niño tiene conciencia de su falta de desarrollo y de su disminución; éste tipo de vivencias afecta directamente a su autoestima. Pero con la música, al ver que pueden realizar las mismas actividades que sus compañeros de clase: cantar, tocar algún instrumento... sienten una gran satisfacción, y empiezan a considerarse miembros del grupo, integrándose plenamente en él. La música les da la oportunidad de desarrollar el sentido de grupo y la posibilidad de adaptación social.
Hoy en día hablamos de necesidad educativa especial (n.e.e.) cuando un niño tiene una dificultad para aprender significativamente mayor que los demás niños de su misma edad o si sufre una incapacidad que le impide o dificulta el uso de las instalaciones educativas que generalmente tienen a su disposición los compañeros de su misma edad. Decir que un alumno presenta n.e.e. es una forma de decir que para el logro de los fines de la educación precisa disponer de determinadas ayudas pedagógicas o servicios. De esta manera, una necesidad educativa se describe en término de aquello que es esencial para la consecución de los objetivos de la educación.
La música enriquece la vida de todas las personas, ayuda a todo ser humano, por eso es necesario que rodee al niño con n.e.e. un ambiente musical rico y controlado en estímulos, puesto que esta experiencia sensorial es lo que le va a proporcionar un desarrollo emocional, psicofisiológico y social equilibrado.
La música se puede emplear de diferentes maneras: activa (el niño juega, canta, manipula instrumentos u otros objetos...), receptiva (al escuchar) y receptivo-activa interdisciplinar: (como apoyo a otras actividades: dibujo, expresión corporal, modelado...)
Uno de los principales problemas de los niños con n.e.e. es el de la comunicación, les resulta difícil expresarse, relacionarse... Esto puede ser debido a su carencia de vocabulario, su uso limitado de palabras... La música, es una vía de comunicación no verbal, conlleva la expresión de emociones y de acciones que no precisan de una organización lingüística ni de explicaciones; por medio de la música el niño con n.e.e. encuentra el camino de relación y expresión de sus sentimientos.
En cierta ocasión estuvimos trabajando con un niño del primer ciclo de primaria que presentaba bajo nivel de atención, dificultad para relacionarse con sus compañeros y sus profesores, diversos trastornos de conducta social (timidez, infantilismo e indisciplina individual)... Nosotros intentábamos buscar un centro de interés para él y a partir de ahí construir un aprendizaje significativo. Descubrimos que les encantaba las canciones de las películas de Disney, todas las conocía, y a través de ellas pudimos adentrarnos en su "mundo".
Partiendo de las canciones trabajamos otras áreas de conocimiento: lengua (uso correcto del lenguaje oral al contar las películas...), matemáticas (contar las personajes que en ellas aparecen y la función que desempeñaba cada uno...), educación artística (dibujar los personajes que cantan las canciones...). La música nos ayudó a que desarrollara sus capacidades, se integrara en la clase (al cantarle a sus compañeros las canciones, contarles las películas que había visto...)
Con frecuencia, el niño tiene conciencia de su falta de desarrollo y de su disminución; éste tipo de vivencias afecta directamente a su autoestima. Pero con la música, al ver que pueden realizar las mismas actividades que sus compañeros de clase: cantar, tocar algún instrumento... sienten una gran satisfacción, y empiezan a considerarse miembros del grupo, integrándose plenamente en él. La música les da la oportunidad de desarrollar el sentido de grupo y la posibilidad de adaptación social.
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